En Argentina hay muchas ciudades con encanto que cuentan con aeropuerto propio, lo que las convierte en opciones ideales para escapadas de pocos días. Gracias a la competencia entre aerolíneas y la diversidad de rutas, es posible acceder a pasajes baratos y organizar un viaje sin gastar de más ni perder tiempo en largos trayectos terrestres. Desde playas hasta paisajes serranos, pasando por historia, vinos y gastronomía local, estas ciudades son una excelente alternativa para cambiar de aire durante un fin de semana largo o unas mini vacaciones.
Mar del Plata: mar, cultura y gastronomía a solo un vuelo de distancia
Mar del Plata es un clásico de las escapadas argentinas. Si bien muchos eligen llegar en auto o en tren, el aeropuerto Astor Piazzolla recibe vuelos regulares desde varias ciudades del país, lo que permite ahorrar tiempo y aprovechar mejor la estadía. La posibilidad de encontrar vuelos económicos hace que esta ciudad balnearia sea accesible incluso fuera de temporada.
Con sólo tres o cuatro días podés disfrutar de un buen asado frente al mar, recorrer el centro histórico, visitar el puerto para probar mariscos frescos, y darte un gusto en alguno de los cafés y bares tradicionales. Si te gusta la cultura, los teatros y espectáculos de verano ofrecen opciones todo el año, especialmente durante feriados largos.
Mendoza: vino, montaña y relax sin alejarse tanto
Mendoza es uno de los destinos que mejor combinan naturaleza, gastronomía y descanso. Gracias a su aeropuerto internacional El Plumerillo, podés llegar desde Buenos Aires o desde otras ciudades argentinas en apenas un par de horas. Esta conexión aérea frecuente hace que los precios de los vuelos suelan ser competitivos, sobre todo si se compran con algo de anticipación o aprovechando promociones de temporada baja.
Ideal para un viaje corto, Mendoza ofrece circuitos de bodegas con degustaciones, caminatas por los cerros, termas en Cacheuta y una variada oferta gourmet que se adapta a todos los bolsillos. La ciudad también sorprende por su limpieza, su traza urbana ordenada y sus espacios verdes, que invitan a pasear y relajarse sin prisa.
Salta: historia, tradición y paisajes andinos a buen precio
Salta, “la linda”, es una joya del noroeste argentino que cuenta con un aeropuerto internacional con vuelos directos desde varias capitales provinciales. Esta conectividad permite organizar un viaje corto sin necesidad de pasar por Buenos Aires, lo que reduce costos y tiempos.
En tres o cuatro días podés conocer su casco histórico, recorrer la peatonal, visitar el MAAM (Museo de Arqueología de Alta Montaña) y probar platos típicos como las empanadas salteñas o el locro. Si tenés algo más de tiempo, una escapada a Cafayate o a los Valles Calchaquíes completa la experiencia con paisajes únicos y vinos de altura. El costo de vida en Salta suele ser más bajo que en otras ciudades turísticas, lo que suma otro punto a favor si viajás con presupuesto ajustado.
Iguazú: naturaleza imponente en un viaje corto
Las Cataratas del Iguazú están entre las maravillas naturales más impactantes del mundo y se pueden visitar en una escapada de fin de semana gracias a la buena conectividad aérea. El aeropuerto internacional Cataratas del Iguazú está ubicado a pocos kilómetros del parque nacional y de la ciudad de Puerto Iguazú, lo que facilita el traslado y el aprovechamiento del tiempo.
En dos o tres días podés recorrer los circuitos de pasarelas del lado argentino, hacer una visita al lado brasileño si tenés la documentación adecuada, y disfrutar de la gastronomía local, que combina influencias guaraníes, paraguayas y brasileñas. Es un destino ideal para parejas, grupos de amigos o incluso para viajar en solitario, y hay muchas opciones de alojamiento accesible si se planifica con tiempo.
Bariloche: naturaleza patagónica y aires suizos a vuelo directo
San Carlos de Bariloche es otro de los destinos que mejor aprovechan la red de vuelos internos en Argentina. Su aeropuerto internacional Teniente Luis Candelaria tiene conexiones directas con Buenos Aires y otras ciudades importantes, lo que permite llegar en pocas horas a uno de los paisajes más bellos del país.
Incluso si viajás fuera de la temporada alta de nieve, Bariloche ofrece una gran variedad de actividades para pocos días: paseos por el lago Nahuel Huapi, caminatas por el Circuito Chico, degustación de chocolates artesanales y platos típicos como la trucha o el cordero patagónico. Los pasajes aéreos pueden encontrarse a buen precio especialmente en otoño o primavera, cuando hay menos demanda turística.
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